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domingo, 12 de marzo de 2017

Luna






De un tiempo a esta parte, no puedo dormir, y es que los días comienzan a ser más luminosos, y las noches más cortas.
Al atardecer, cuando las sombras se estiran pintando mil formas e intento fundirme en ellas para marchar donde quieran llevarme, es cuando un pellizco en el estómago me recuerda que estás a punto de venir, y mis ganas de huir se olvidan. Eres tú quien me mantiene anclada mirando al cielo, buscando tras las nubes, sintiéndote en cada ráfaga de aire, besando ese sutil suspiro que acaricia mis labios.

Eres tú, azul cambiante quien envuelve mi vida e ilumina el ocaso.
Y esta noche es infierno y no podré ni tan siquiera soñarte un momento, ( no estás ), ¿dónde has ido?.
Me duele el cuerpo entero de buscarte, y mis ojos son rocío en la noche, mi cuerpo tiembla, no me sonríes ni acaricias mi silencio, ya no acunas mi insomnio.

Te he esperado al relente hasta empapar mis cabellos, y una ráfaga de aire me ha cubierto de hojas pardas,  he leído en sus huellas el porqué de tu ausencia, ahora sé que me miras detrás de negras nubes,y peinas de nieve tu presencia para mañana iluminar con más fuerza el brillo de mis ojos, y acunarme de nuevo en este duermevela de miel y luna,