Buscar este blog

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Uno de noviembre




Hay heridas que se arrastran como las sombras intentando abrazar el cuerpo al que pertenecen.
Hay gritos pidiendo salir de la boca cerrada, de las mandíbulas encajadas mordiendo la lengua.
Pulsos descompasados como una orquesta huérfana, agonizantes en un aire infectado de notas desafinadas.

Camposantos inundados con flores de plástico desde el uno de noviembre, y tumbas que nadie ve porque habitan entre las costillas oprimiendo un corazón atormentado, cosiendo los suspiros a los labios, secando las lágrimas que se niegan a regar las flores artificiales de un jarrón seco.


domingo, 27 de agosto de 2017

Un segundo


Hay mañanas que parecen no querer despertar.
La extrema quietud de la plaza se vuelve inquieta sin el alboroto acostumbrado de los pájaros.
El sol parece querer engañarnos ocultándose tras las nubes, disfrazándose de atardecer.
Un nudo en el estómago advierte del peligro de tragarse las palabras, y ese pequeño duende que habita en el vértice de los ojos, se ha quedado sin fuerzas para dar rienda suelta a la marea que marca el vaivén de un corazón roto.
Hace días que el silencio impuesto por la cordura se golpea incesante contra la incomprensión, intentando encontrar respuestas.
La impotencia por no poder parar el segundero se acrecienta.

Solo hace falta un segundo para seguir viviendo,
y toda una vida con la duda de si ese segundo..., era realmente nuestro.


viernes, 4 de agosto de 2017

Eterna




Te he mirado, pequeña, indefensa, escondida en ese cuerpo grande, tras esa sonrisa de miel y caries, con tu voz de ultratumba y bebé anciano.
He abrazado tu cuerpo, tu cabeza, donde se juntan la inocencia con flashes de cordura..., donde todo es un caos tan extraño que te hace eterna niña, ángel y diablo.
He besado las pecas de tu cara, mirando tus ojos azul turquesa, perdiéndome por un momento en tu mundo, y..., me has parecido el milagro más hermoso de la naturaleza.




lunes, 31 de julio de 2017

En un sueño





He salido de casa abrochándome el alma hasta el último botón, para no perder una sola gota de tu esencia anidada en mi piel.
Hacía mucho que no venías a verme, y casi había olvidado el color de tus ojos, tu sonrisa, tus besos frescos de hombre recién estrenado.
Me has hablado dulce, mezclándote conmigo, mirando nuestra imagen en el espejo, devolviéndome por un instante la juventud perdida.
Se han fundido los versos en los labios sin proferir preguntas, (no había tiempo para ello), y un estremecimiento me ha traído de vuelta, disolviendo tu imagen en miles de cristales rotos.

No ha habido despedida, (nunca la hubo).

Seguirás por siempre en un rinconcito de mi memoria. Despertando la vida que cabe en un sueño.





sábado, 8 de julio de 2017

Hoy



Ha nacido el día gris, salpicado de amarillos de un sol tan tímido que se oculta tras las nubes teñidas de caricias matutinas, despeinadas de mañanas.
Hay un silencio roto por las chicharras anunciando calidez de historias nuevas, inquietantes dentro de la quietud dormida de las palabras.
Viene soltando el día gotitas de alegría salpicando la hierba, acariciando el alma que aún no se ha lavado la cara.
Bailan mariposas escondidas entre las flores casi marchitas, despertando otras nuevas, regándolas de estrellitas teñidas de polen como besos de azúcar.
Acaricia la brisa a las chicharras, a las mariposas; a las flores marchitas, con tanta delicadeza, que aunque se lo propusiera no podría deshojarlas.
Y, es que...,  hoy, ha nacido el día inquietantemente dulce.








sábado, 17 de junio de 2017

Anegada soledad












Empezaré contando esta historia
de pies cansados y sin rumbo,
transitando perdidos
entre muertos en vida
desahuciados de amor.
Todos hundidos en la vorágine
alquitranada, sobre un mundo opaco
de lluvia germinal
que anegó la soledad.

Abrir los ojos para descubrir
que nuestra historia...,
no se acabará jamás.



viernes, 26 de mayo de 2017

Por siempre



Estás aquí. Seguimos a través del tiempo atravesando océanos.
Nunca te fuiste.
Aparecías en mitad de un sueño, cruzándote en un beso, despertando de repente en un suspiro o una caricia, ocultándote entre las sombras de ese desván repleto de recuerdos, de piel tersa y risas que solo callaban a besos.
Besos, tus besos, entre uno y otro tus ojos, siempre..., por siempre.





sábado, 20 de mayo de 2017

Es primavera


Es primavera, y el relente de la noche acaricia los oídos con historias transportadas por un cauto viento. la cabeza bulle de nostalgia y la luna se niega salir. Quizás no quiere enturbiar su hermosura Elena, su paz secreta , ¿será eso lo que la hace esconderse, tras nubarrones tóxicos?

Hubo un día que la memoria pinta en colores y sonrisas en que se mostraba imponente, decidida, turbadora en palabras y suspiros al viento, -yo. aún no la conocía-, no había querido reparar en nada, no deseaba alejarme ni por un instante a lo que me aferraba, a algo tan usual y por ello tampoco conocido ni valorado, como es : ser uno mismo.
Esa noche brilló como nunca, reflejando soles en las caras sonrientes,(quizás también en la mía). Me pregunto: ¿si no fue ese brillo inusual lo que la cegó?. Solo sé que pasaron días oscuros hasta la noche que reapareció, convirtiendo eneros en mayos, nieves en cerezas rojas y suaves murmullos de abejorros enamorados.
Solo sé que apareció parando el mundo en la comisura de sus labios, mirando desde años luz, y acariciando pensamientos, que la noche era Aurora boreal trazando pasillos en el cielo de sus ojos. Sólo sé que se alejó el dolor.

Es primavera; el relente de la noche no trae susurros ni historias nuevas, y en el bosque hace tiempo que solo el ulular de los búhos rompe el silencio.







lunes, 15 de mayo de 2017

Compartiendo palabras

Salpicado de hielo, planeando en la espuma, emigra buscando otro nido, el suyo está yermo y los rayos de luna envolvieron su vida.
En su alma  una diminuta semilla de esperanza, y esta le arrastra lejos, ¿será tarde?,

Una sonrisa, unos brazos acogen la incerteza.
No está solo, el mundo bulle de pasos sin rumbo, de costumbres dormidas, aceptadas sin interrogaciones; cuando alguien lo intenta, lo acallan, y mil pupilas fustigan su aura.
Los locos sonríen en silencio, y miran de soslayo, - si nos descubren - ¿que será de nosotros, si nos descubren?

Todo tiene horarios, protocolos, -hay que saltarlos- saber que late un corazón, y la piel se estremece, que los ojos hablan inundados de caricias, y el vaho en la ventana será el único testigo, las paredes cómplices, guardianas de palabras, - si supieran - , el amor no se encierra, no se firma, es algo tan sencillo, y en cambio, lo visten de pecado, lo corrompen, lo enjaulan, lo matan.

Ya vuela, no piensa y si lo hace lo esconde en un armario encerrado con llave. Lo que ayer era mar hoy no es más que barro atrapando los pasos, impidiendo el avance, por eso vuela, vuela lejos, liberando el silencio, desnudando la piel y las miradas, compartiendo palabras.




viernes, 5 de mayo de 2017

Golpeando mi alma





Tiraron los dados, (nadie ganó la partida), desaparecieron los puntos, y se instaló la oscuridad en tu sueño eterno.

Cambió el tapete en el juego de la vida.

No pronuncié tu nombre en mi afecto quebrado; sigo sin saber que sentía.

Ocupo mi lugar en el organigrama, fichando a diario, sin recibir por ello reconocimiento alguno.

Me cantan un nombre que no entiendo y se me antoja grande; (me faltó la maestra en el aula atestada de reliquias, vacía de caricias).

La rabia chisporrotea en mi boca, en mis ojos, escupiendo lágrimas agónicas; ya no pueden hablarte, no pueden olvidarte..., y quedas suspendida en una incógnita golpeando mi alma, golpeando mi alma ..., madre.






viernes, 14 de abril de 2017

Tormenta



Acaríciame descaradamente,
abrázame hasta traspasarme el alma
empapándome suave,
envolviendome,
mientras se pierde la luz
entre las ramas de los árboles,
hasta que el último rayo de sol
se oculte tímido tras las montañas.
Moja mi pelo, resbalando
por mi cuerpo tembloroso
hasta llegar a mis pies,
y ofreceme en esta tarde,
las gotas tibias de lluvia
que me transportan hasta un lugar indefinido,
donde quieren llevarme mis sentimientos.
Dejame bailar entre tus brazos
dulce tormenta de primavera.





miércoles, 5 de abril de 2017

tus besos





Que dulce distracción
perderse en otra piel
y encontrar unas manos
acariciando el alma,
que dulce es
el silencio
de tus besos.











domingo, 12 de marzo de 2017

Luna






De un tiempo a esta parte, no puedo dormir, y es que los días comienzan a ser más luminosos, y las noches más cortas.
Al atardecer, cuando las sombras se estiran pintando mil formas e intento fundirme en ellas para marchar donde quieran llevarme, es cuando un pellizco en el estómago me recuerda que estás a punto de venir, y mis ganas de huir se olvidan. Eres tú quien me mantiene anclada mirando al cielo, buscando tras las nubes, sintiéndote en cada ráfaga de aire, besando ese sutil suspiro que acaricia mis labios.

Eres tú, azul cambiante quien envuelve mi vida e ilumina el ocaso.
Y esta noche es infierno y no podré ni tan siquiera soñarte un momento, ( no estás ), ¿dónde has ido?.
Me duele el cuerpo entero de buscarte, y mis ojos son rocío en la noche, mi cuerpo tiembla, no me sonríes ni acaricias mi silencio, ya no acunas mi insomnio.

Te he esperado al relente hasta empapar mis cabellos, y una ráfaga de aire me ha cubierto de hojas pardas,  he leído en sus huellas el porqué de tu ausencia, ahora sé que me miras detrás de negras nubes,y peinas de nieve tu presencia para mañana iluminar con más fuerza el brillo de mis ojos, y acunarme de nuevo en este duermevela de miel y luna,







viernes, 24 de febrero de 2017

Besos












Mis besos al viento
no son locura,
ni desperdicio,
los lanzo al aire
con la esperanza
de que enraicen
en una nube,
y esta te llueva encima
empapándote
hasta
el alma.





viernes, 17 de febrero de 2017

Solo quiere jugar



El solo quiere jugar, (es tan tierno), me mira con su pupila cambiante, en silencio, altivo y dulce a un tiempo. Ha llegado sin previo aviso, desordenando mi desorden habitual, arañando mi alma desierta, provocando el insomnio creciente de mi soledad.
El solo quiere jugar, y yo renazco dentro de mi piel, atolondrada, perdiéndome en sus piruetas imposibles, sangrando con sus caricias salvajes.
Aunque no lo oiga, se que me habla en su silencio, nos observamos mutuamente, nuestros secretos gritan muy quedo, escapándose, en un ronroneo mimoso, y el muy descarado, pasea su nariz por mi cuello.
Se que está detrás de mi, calibrando su salto para sorprenderme.
Intento centrarme en mis letras, que se desparraman por el escritorio lloviendo sonrisas.
Ahora se le antoja jugar con mi trenza, revuelve mi cabello, parece sonreírme en su labor, e intenta comerse la goma que me peinaba, paro el juego intentando poner orden en mi cabeza enmarañada, y me mira como pidiéndome dejar los formalismos, me rodea posándose en mi espalda, distrayéndome con sus saltos.
El solo quiere jugar, y a mi me encanta perder el tiempo mirándolo, recuperando los años dormidos tras la mirada brillante que se refleja en su pupila.








domingo, 12 de febrero de 2017

Nanas












Sigo cantando nanas a la luna,
sé que me escuchas en el rumor del viento
y no es la lluvia quien te moja.
Deshago la agonía de mi alma en un abrazo,
pintando la tristeza con sonrisas,
ya no estás...,
y el hueco que has dejado es tan grande
que quisiera huir a un desierto
y dormir eternamente entre las dunas,
esperando despertar con tu sonrisa,
con tu correr ligero,
y tu mirada perdida en la fantasía del niño
que me dio la vida.







sábado, 4 de febrero de 2017

Mi vida


"Siento frío, hiriente, lacerante, como mil agujas clavadas en mis manos, un hielo que solo la mañana y su sonrisa disipa.

Ella, invariablemente, empieza acariciando mi cabeza, mi cara, mis hombros, mis brazos, y sus dedos diestros resbalan por mi pecho. Mi torso desnudo siente hambre de la calidez de sus manos, que suavemente bajan por mis caderas, siguiendo hasta mi sexo, mientras arrulla mis oídos con su voz alegre y cantarina, finalmente posa un beso que mi frente ansia. Sale de la habitación y el sol se va con ella, nuevamente se pueblan de grises las paredes frías, que sin su presencia no hay calefacción que temple.

Cuando el gris ya es solo negro, y la ausencia de luz trae el silencio, cierro los ojos y pienso: quizás sería mejor cerrarlos para siempre, si, quizás sería mejor el sueño eterno.

Pero otra vez recuerdo su aliento dulce, su cálida sonrisa, sus manos amorosas, y cerrando una noche más mis ojos, sueño con ella, la veo... caminando de mi mano, mojándonos los pies en la playa, mis brazos rodeándola y mis labios acariciando sus mejillas.

Ya es de día, nuevamente su presencia fulmina la niebla inherente de este cuarto, pero hoy, su sonrisa exhala un halo triste que percibo preocupado. Se pasea nuevamente por mi cuerpo..., si supiera el efecto que provoca en este ser medio muerto. Me besa en la frente y las mejillas, y con voz risueña,
ocultando la tristeza, se despide de mí, con la promesa de traerme la luz en cuanto pueda. Y se fue, yo sé que para siempre.

El día se ha juntado con la noche, las mañanas no brillan, se llevó los colores y mi vida. En su lugar una mujer, cara larga, aunque amable, con palabras aprendidas, me da los buenos días, e igual que ella recorre mi cuerpo, y yo cierro los ojos por no verla.

Cierro mis ojos en la noche y en el día, no quiero abrirlos, los párpados me pesan, mi vida estática me asquea. Se fue, y con ella marcharon mis sueños de paseos por la playa y volaron los besos en su cara.

Oigo llorar a mi madre, mi padre la consuela.

Mientras, el médico no entiende como mis latidos se alejan de este cuerpo anclado en la cama desde hace tanto. Mi pecho, falto de sus caricias, se niega a respirar; mis ojos, hastiados de grises y de negros, se han cerrado; mi corazón echa de menos a sus manos, y yo... me sumo en este sueño ansiado, paseando por la playa cogido de su mano, besándola en los labios. La abrazo y el amor me inunda, llevándose la herida lacerante, las mil agujas clavadas en mi cuerpo. Ya no hay grises, un soplo cálido dibuja mi sonrisa.

- Ya no está, ya descansa tranquilo.

El médico se marcha, y mis padres me miran.

Mi madre llora, mi padre... la consuela".




        T.B.L.

jueves, 26 de enero de 2017

Billete de ida




Aún estoy aquí, hace mucho que guardé el billete de ida, de vez en cuando lo miro. No deja de sorprenderme, (es auténtico, y de un valor infinito).
Un billete sin retorno no utilizado, es algo que pocas personas poseen, e incluso quienes tienen la gran suerte de haberlo obtenido, ni tan siquiera saben donde lo guardan.
Siempre lo llevo conmigo, he de confesar que en más de una ocasión, he sentido deseos de utilizarlo y desprenderme de este tesoro que quema en mis manos.
Lo miro y me devuelve imágenes dormidas, y la promesa de otras nuevas, son estas últimas las que me impiden gastarlo, ¿quién sabe?, me pregunto siempre, (aprendiz de vida), quizá mañana encuentre el mapa que hace tanto se perdió en mis sueños, en la luz opaca de los días.
Y mientras desespero en su busqueda, de vez en cuando, se filtra una pequeña rayita de luz a través de la oscura duda del vivir.
El pecho cobra vida como el nido salvaje de los gorriones, como el imparable amanecer, y la paz se suple por la impaciencia , el desespero, la agonía atrófica del reloj parado.
Guardo nuevamente el billete, -ya marcharé otro día-, y tiño mis canas de esperanza, aún quedan trayectos de ida y vuelta, puedo gastarlos todos, comprar más, (eterna optimista), ¿quién sabe? quizás en uno de esos cortos trayectos encuentre aunque solo sea, un trocito del mapa que perdí al nacer, un solo trocito, que me dé una pista sobre el camino a seguir.










martes, 10 de enero de 2017

Una canción





















Pensaba en una canción,
y me perdí en el recuerdo
de un día cualquiera,
una mañana sin fecha concreta,
cuando la casa se llenaba
de ritmos pasados de moda
que yo recitaba mentalmente;
cuando el olor del puchero
inundaba todo
y sentías un rugido
goloso en las tripas,
y al salir al balcón,
confundias el olor de las flores
con la de la ropa recién tendida.
Cuando en la feria contábamos
el número de veces
que habíamos montado
en las atracciones,
comiéndote un helado
para tocar el cielo.
Pensaba en una canción
y se paró el mundo en mis ojos,
rodando mis sueños
mejilla abajo.