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miércoles, 26 de diciembre de 2018

Esperando

Fotografía de Antoni Pujós. 


Me quedaré con tu sonrisa a medio hacer, y tus ojos ocultos tras unas gafas de sol negras. mientras intento imaginar, cual de los besos nonatos fue el causante de la estampida de tu alma rota.

En un rincón, agazapado en el cajón de lo que pudo ser, dormitará el sueño de un reencuentro.
El parpadeo de una mirada brillando al sol.
De unas palabras que no pueda llevarse la brisa de ningún otoño.

Mientras, viviré el invierno perdiéndome en el crepitar de la leña.
Paseando entre las hojas lloradas por las encinas.
Abrigándome con la imagen que quedó grabada de aquel verano disuelto en sal.
Esperando una nueva primavera.


lunes, 29 de octubre de 2018

Era octubre



Ilustración de Elvira y Maitena.

Era octubre, un colibrí nervioso repicaba en el pecho.
Dos mariposas bellas abrían sus alas mostrando todo el esplendor de la primavera.
Mediodía de un terco verano que se negaba a abandonar la escena, y unos brazos abiertos al cariño.
Una terraza en un bar de Sevilla, y la ambrosía de unas miradas, haciendo sombra a un sol incapaz de competir con tanta felicidad.
La brisa cedió su sitio a las palabras, y estas se convirtieron en mágicos poemas de vida.
Un barrio parecido seguramente a cualquier otro, una familia, y un sentimiento muy especial naciendo en cada instante.
Cuatro pies volaban entre juegos y risas, pupilas brillantes al viento, besos de miel, y la promesa de un reencuentro.
Era otoño; en el alma primavera.
Era octubre en Sevilla.







domingo, 16 de septiembre de 2018

Posos de té


Hace mucho que no sé de ti, aun así no se borra tu imagen del paseo marítimo, se quedó atrapada en el tiempo, como los posos del té en el fondo de una taza.
Ahora que cae la tarde, y el silencio del bosque parece aguantar la respiración esperando a la luna, una inquietante paz se apodera de mi.
Es ese momento del día en que la nostalgia se agudiza, al ser consciente de otra noche solitaria.

El reloj de la cocina se ha parado a las cinco, a esa hora quedamos en vernos, en tomar otro café amargo, y endulzarlo en el silencio de una mirada, pero..., aquella cafetería a la que solíamos ir, hace mucho que tiene las puertas cerradas. El polvo se acumula en las mesas, y a través de los cristales entelados, se vislumbra tristemente un ápice cada vez más diminuto de la vida que albergó en otro tiempo. En la puerta, ladeado, cuelga un cartel solitario, donde reza: próximamente demolición.

Al otro lado de la acera, manos entrelazadas tarareando una canción, una pareja de ilusiones recién estrenadas se pierden poco a poco, como fundiéndose en el asfalto, sellando sus palabras en los labios. Unos acordes de guitarra, se escapan como pájaros neófitos de un nido, mientras el sonido de mis pisadas parecen querer hacerles eco, y volar muy lejos.
Hace mucho que no sé de ti, e intuyo, que de alguna forma, también yo soy poso de té en una taza, que no se quiere lavar por miedo a que pierda su esencia.














viernes, 15 de junio de 2018

Paseos





Me siento romántica. Sin duda el verano se acerca, y esta música de Ed sheeran me aviva el recuerdo.

Caricia en la mirada, deseos en la piel.
Sabor a Coca-Cola en los labios, y un brillo en la pupila recordando mil años atrás.
Ya no somos niños, nuestros cuerpos son más torpes, y tú tienes menos pelo, pero cuando nuestras miradas se emborronan con el vaho de nuestros suspiros, se que en ese momento los años no han pasado. La nata sigue siendo nuestro postre favorito, los cacahuetes pelados para el cine.

Caminamos, damos grandes paseos con el ansia irrefrenable de llenarnos de vida, ansiamos atesorar miradas a otros mundos, mezclarnos en los colores del arco iris.
Si nos hundimos en la rutina, la nuestra se torna aventura.
Montar en el metro, es una odisea, y es que los vagones se empeñan en ir al revés, la luna tarda en maquillarse, y el sol se espabila lamiendo el cuerpo de los bañistas tumbados en la playa.

Procuramos no decir adiós, y nuestras miradas se alejan, intentando revivir en cada paso hacia la realidad, este capricho del destino.




domingo, 10 de junio de 2018

Sueños


He soñado que corría, y hasta la respiración era como un mediodía ardiente de verano.

La memoria a veces juega a engañar (debe ser que se aburre), se cansa de sentirse tan viva, y autoconvencerse a sí misma de que el dolor es el carnet de identidad de una existencia.

Me gustan esos sueños donde mi piel se disfraza de Indiana Jones, los precipicios son toboganes hacia piscinas climatizadas, y los remolinos de agua son jacuzzis.
Donde los años solo son números garabateados en un papel, y los calendarios laborales hojas de ruta hacia nuevas aventuras.

Diríase al despertar de una de esas andanzas nocturnas (gratuitas para el bolsillo, no para el ánimo), que las horas han cobrado un nuevo sentido, la vida ya no duele, y la mañana se ha desperezado lentamente en la copa de los árboles.

La cafetera italiana silba expandiendo olor a café, la tostadora broncea el pan de molde, y un cajón te ofrece una quimera nueva, que según el prospecto, durante unas horas, hará que seas quien quieras ser.








viernes, 18 de mayo de 2018

Tuve un amor


Tuve un amor que duerme silencioso en el pasado.
Una sonrisa escapando sin permiso al cruzarse con la mía, callando solo a besos.
Una luz en sus pupilas para enseñarme el camino en las noches sin luna, él era luna, luciérnaga en las brumas de la adolescencia, bandera en el cuerpo trémulo entre amor y deseo.
Tantos planes en el siseo de los labios, en las palmas de las manos, tanta vida marchándose a hurtadillas en el segundo exacto de un eclipse.
Tuve un amor; siempre será solo mío, nació de las sonrisas, calló cediéndome su vida.
Tuve un amor que solo morirá conmigo, expandiéndose en el aire, en el mar, o donde quiera que un día vuelen mis cenizas.






domingo, 13 de mayo de 2018

Lo esencial...





¿Qué dan ganas de tirar la toalla?, ya lo creo, y de pisotearla, meterle fuego y a ver si con suerte arden todos los corruptos que se nutren de la sangre de los trabajadores.
Y que ganitas de salir corriendo, intentando encontrar un horizonte que se aventura muy, pero que muy lejano.
Y mira por donde hoy tengo ganas de quejarme, de momento sale gratis, siempre que no lo hagas en forma de Rap, que ya se sabe que la mínima expresión o crítica hacia los de arriba de la pirámide puede traer consecuencias. Pero vivir también las trae, y es que llega un momento en el que algún inocente algo más avispado que tú, un buen día te dice que los reyes son los padres, y en tu mente infantil no entra que ese gran despliegue de ilusión sea solo una fantasía. A partir de aquí vas descubriendo que la vida es una gran mentira.
Si, cuantos cuentos bonitos nos han explicado.
Reyes buenos, brujas malas, herreros groseros, palomas dejando preñadas a vírgenes, la desigualdad plasmada y enraizada en las mentes por moldear de los inocentes.
Y yo que sigo negandome a perder del todo la inocencia, quiero creer en un mundo justo, donde todos tengan un plato de comida, un techo donde cobijarse, donde el amor no se mida a pie de rey, porque no sea necesario tenerlo, un mundo donde los niños sean educados con amor y tolerancia, sin importar si tienen dos padres, dos madres, o lo que una mayoría (retrógrada mayoría) considera normal, un padre y una madre, porque:( lo esencial es invisible a los ojos), eso es : El amor.

P.D. hoy alguien a quien quiero mucho, está triste y disgustado, le niegan dar amor y estabilidad a un niño por ser gay.





domingo, 1 de abril de 2018

Romper el silencio




Presas en los labios, ocultas en la mente, duermen las razones del silencio.
Sé que las vidas paralelas no se cruzan, y es un reto imposible inventar física nueva.
Que a veces el tintineo de la lluvia pinta palabras, y la brisa del mar deja en la boca nostalgia a besos. 
Sé; también sabes, que vive todo un mundo en el brillo de las pupilas, en las palabras mudas, en el pulso rebelde de las sienes..., en la distancia infranqueable de la cordura.
Sé, tú también sabes, que se necesitaría más de una vida para romper el silencio.




viernes, 19 de enero de 2018

En las sombras






Me he quedado atorada
en las tierras movedizas de tus ojos,
en la profundidad de tu silencio.
Te miro de soslayo,
buscando el vértice de tu sonrisa,
y en la horizontalidad de tus labios,
solo encuentro mutismo.
Mi cuerpo,
esponja de amor,
se empapa de tristeza
por no escuchar tu risa.
Me he quedado atrapada en tu alma que fue mía,
cómo tuya es mi sangre.
Y espero tu alborada.
Mientras...,
me he quedado contigo,
atorada en tus sombras.







jueves, 4 de enero de 2018

Juncos rotos




De juncos rotos es mi esqueleto, mi alma esconde cicatrices anchas como mares. Vierten rocío en el silencio sus ventanas medio abiertas a un mundo tan extraño; que distraen los pasos del camino.
No existe gps en la vida.
¿Existirá acaso la salida de este laberinto donde aprietan las sombras?

Al alba de este día,
tan solo el canto
de los pájaros revoltosos
rompe el silencio,
si no fuera por ellos,
el sueño seguiría,
las sombras seguirían
arropando las noches solitarias,
y el sueño sería..., eterno.
Como eternos son los días ahogados