Agudizo el oído y recorro la casa, ¿Dónde se han metido?, hace un momento esta soledad estaba desbordada de vida, de voces, risas e incluso gritos. Ahora el silencio parece denso y al mismo tiempo lleno de zumbidos que se que solo yo oigo. Dentro de el puedo escuchar historias, historias que se repinten continuamente, otras nuevas y frescas, paisajes y caras que hacen que el tiempo corra sin pausa.
Suena el despertador y empiezan las prisas, el tiempo corre veloz y así el resto del día, la rutina, el cansancio, las risas, la vida…
Poco a poco la casa se va poblando de sombras, el día ha pasado y se que cuando repose la cabeza en la almohada, conseguiré llegar al rincón dormido y nuevamente volveré a encontrarme en medio de otras vidas, formando parte de un paisaje desconocido y sugerente, donde todo es posible, donde la muerte y la vida pueden vivir en armonía, donde puedes volar sin alas. Solo allí, solo en ese rincón tienes la oportunidad de ser tu mismo.
MUY BUENA ENTRADA ESPERO LEERTE MUCHAS MÁS. SUERTE CON TU BLOGH
ResponderEliminarMuchas gracias Sonia
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