No sé que me pasa
que se me anegan
los ojos de mar,
que la espuma de las olas
revienta contra mi boca,
que mi corazón , antes
rompeolas
se agita como alga
en la marea.
No sé que me pasa
o quizás si y me
lo niego.
Quizás soy como el leño,
que tras flotar
en la tormenta, vuelve sereno
a la costa.
No sé que me pasa
o quizás si, y me
lo niego.
Repito insistente,
para convencerme,
no sé que me pasa.
Pero si, lo sé, y
me lo niego mil veces,
porque después de
volver a la tormenta
es de suicidas, temerarios.
No sé que me pasa,
pero si, sí sé que me pasa.
Que aun queda vida
en estos surcos,
donde anidaron pájaros.
Y como ellos,
aunque flotando,
marchare lejos,
a la aventura.No sabia, y ahora sé,
si sé lo que pasa.
Preciosa Tite, frágil, sencilla, tranquila, reflexiva y a la vez, fuerte y decidida, entendiendo que con las pequeñas ilusiones de encontrarnos y entendernos a nosotros mismos, vamos dando respuestas a nuestros interrogantes. Un besito.
ResponderEliminarBuena reflexión, gracias por compartirla. Un abrazo.
EliminarMolt bona reflexió!!!avegades ens enganyem a nosaltres mateixos,negan lo evident!!!!! un petó
ResponderEliminarMolt cert Carol. Una abraçada.
EliminarQuantes vegades ens neguem una part del que som, quan tot el que som és estimable. Tot té valor, perquè valuosos som.
ResponderEliminarValorem-nos i estimen-nos!
Si, tens molta raó, gràcies per les teves paraules.
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