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sábado, 12 de diciembre de 2015

Hojas de menta

Aquel año, mis padres y su espíritu nómada, decidieron nuevamente levantar el vuelo, yendo a parar a un barrio obrero de Almeda de Cornellá, no recuerdo la calle, pero si la casa de la señora Marta que como un náufrago en el océano, aguantaba impasible rodeada de bloques de pisos.

Yo, tenía seis años y vivía en un cuarto piso sin ascensor, mis piernas no se quejaban por los escalones, pero mi cuerpo si del confinamiento.
Lo que más me gustaba era bajar a la calle, pero no para jugar con otros niños, no, eso me resultaba aburrido. En realidad, lo más atrayente para mi, era el patio de nuestra vecina. Aún la recuerdo; no debía medir más de un metro y medio, y su cintura se había perdido hacia muchos años, igual que el color de su pelo, pero no así su sonrisa, yo, la miraba y sus ojos destilaban dulzura, siempre me recibía con cariño y a veces con algún caramelo, me gustaba oírla explicar historias y pasear con ella por su huerto, allí probé por primera vez la menta, hojas de menta que yo masticaba con auténtica fruición

En aquellos días fuimos a visitar a mis abuelos, ellos vivían a muchos kilómetros, y mientras estábamos allí, el río Llobregat se desbordó llevándose todo por delante, coches, los comestibles de las tiendas, , etc..., todo fue arrastrado por sus aguas ladronas, incluso la casa de la señora Marta.

Al regresar, encontramos un barrio lleno de tristeza, las paredes de las calles y edificios mostraban la marca de las aguas, y los vecinos que se habían quedado sin nada, reflejaban en sus caras la pena y la desolación.

Me acerqué corriendo a la casa doblemente naufraga,el huerto era de barro, sus puertas y ventanas inexistentes, y ya no encontré los cuentos ni las risas de la señora Marta. Entré calzada con mis botas de agua - en un descuido de mi madre - ya no había nada, el río se lo había llevado.

Agudicé mi oído, escuchando los lamentos de los vecinos, y entre pena y pena, me enteré de la tragedia. El agua llegó deprisa, sin aviso, sin piedad, la señora Marta estaba viendo la tele cuando el agua la inundó, el sillón donde estaba sentada, flotó dentro de su sala y ella sobre él, aguantó hasta la llegada de los bomberos, que la rescataron magullada pero de una pieza.

Nunca más la vi, se fue a vivir con un hijo.
Su casa fue derribada, y en su huerto no volvieron a crecer hojas de menta.

4 comentarios:

  1. http://almedacornella.blogspot.com.es/2011/09/desbordamiento-del-rio-llobregat.html
    ¿Tal vez fue el 20 de Septiembre de 1971? La crónica habla de una sola víctima, la Señora Amanda, que sufrió un infarto al día siguiente, el 22 de Septiembre.

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    Respuestas
    1. No me cuadran las fechas, pero podría ser, yo era muy pequeña, es posible que no me dijesen lo que realmente le ocurrió, pero su recuerdo me ha acompañado siempre.

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    2. He mirado las crónicas, efectivamente fue el el 71, mi vecina era la que fue rescatada por los vecinos, después de permanecer horas agarrados a la higuera.

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  2. En la dirección que te he enviado, hay un enlace, a la derecha: "La memòria del fang". Síguelo. A la derecha, hay un directorio. Clica en "Exposición fotográfica". Tal vez veas algo que te resulte familiar.

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