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domingo, 3 de enero de 2016

Riesgo

Solo fue una broma, un juego infantil orquestado por adultos, el deseo de escapar de la rutina sin medir las consecuencias, la pasión desmedida hasta llegar a lo irracional, mezclándose de tal forma con la fantasía que se hizo difícil discernir una de otra.

Allí estaba yo, dopada por los ansiolíticos, en mitad de un descampado, guiandome en la distancia por la luz de una gasolinera.

Después las atenciones desmedidas de mi buen marido, de los amigos y vecinos, eso por no contar con los días de descanso proporcionados por la empresa donde trabajo. Tras el " merecido " descanso, la vuelta a la normalidad, las escapadas de los viernes alegando reuniones laborales, y así hasta la primavera.

- Este año, amor, he pensado ir al Caribe otros quince días, la casa de alta montaña estuvo bien, pero este verano me apetece lucir bronceado.
- Mira mi vida, con el rescate que le sacamos el año pasado a mi marido, tenemos para diez vacaciones seguidas,  pero... estoy un poco cansada de esconderme, creo que voy a pedirle el divorcio .

¡ Divorcio !, esa palabra pesó como una losa, y ahí se acabó la pasión y el deseo, porque a él , lo que más le excitaba era...el riesgo.





2 comentarios:

  1. El riesgo puede traer consecuencias, pero contarlo no lo creo. Despierta la imaginación. Muy bueno Tite.

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    1. Gracias, mientras se quede en imaginación, sera inofensivo, pero...y si no lo fuera??

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